La sampedrina Brenda Rojas se despidió en semifinales del K1 500 metros y regresó de Japón con la frente en alto

Se terminaron los Juegos Olímpicos Tokio 2020 para Brenda Rojas porque el pasado miércoles en la noche de Argentina y la mañana del jueves en Japón se ubicó séptima en la semifinal 4 del K1 500 metros en el Canal del Bosque de Mar y no le alcanzó para pasar a ninguna de las tres finales, A, B y C.

La sampedrina completó el recorrido en 1 minuto 58 segundos 301 centésimas y quedó a más de 6 segundos de la ganadora, la neozelandesa Lisa Carrington (multicampeona olímpica y leyenda del canotaje) quien avanzó a la definición por medallas junto a su escolta, la australiana Alyce Wood. Desde el inicio, sus oponentes tomaron ventaja y la joven de 25 años peleó con la francesa Manon Hostens el sexto lugar, pero quedó a casi 1 segundo y no pudo avanzar a la final C.

La serbia Milica Novakovic y Alyssa Bull de Australia clasificaron a la final B porque terminaron tercera y cuarta, respectivamente, mientras que Anja Osterman de Eslovenia acabó quinta y Hostens sexta y remarán en la C.

Rojas llegó a semifinales gracias a lo hecho un día antes. Primero, fue cuarta en la segunda serie a pesar del gran esfuerzo que hizo para clasificar directamente a semifinales como sí la eslovena Anja Osterman, la polaca Justyina Iskrzycka y la bielorrusa Volha Khudzenka.

En cuartos de final, terminó tercera por detrás de la rusa Svetlana Chernigovskaya y la belga Lize Broekx en un increíble final de regata en el que relegó a Emily Lewis. La argentina y la británica lucharon palada a palada los últimos 200 metros, se sacaron chispas y fue la de Las Canaletas la que, empujada desde miles de kilómetros por sus conciudadanos, cruzó la meta 174 milésimas antes lo que fue motivo de emoción y satisfacción multiplicada.

Brenda debutó el 2 de agosto en Tokio 2020 en K1 200 metros, prueba a la que clasificó tras ganarle la plaza de Argentina a su amiga Sabrina Ameghino. En la serie la joven de 25 años fue sexta con un tiempo de 43 segundos 802 milésimas y pasó a cuartos de final donde consiguió el mismo lugar con una marca de 44:876 y no pudo avanzar a semifinales.

Su objetivo era llegar a la final A en la que se decidieron las medallas. La de oro la obtuvo Lisa Carrington de Nueva Zelanda, la de plata la española Teresa Portela (remó en la misma serie que la argentina; con 39 años acumula 15 medallas en certámenes mundiales y 17 títulos europeos) y la de bronce la danesa Emma Jorgensen.

La sampedrina rema con un nuevo bote que la marca Nelo, la constructora más importante de kayaks, fabricó a su medida. “Ese modelo no se hace más, que es el 4. Ahora está el 5 y 7”, explicó a La Opinión de San Pedro. El fondo es blanco y tiene figuras celestes, es decir con los colores de Argentina y en su parte posterior tiene un sol.

Para Brenda fueron sus segundos Juegos Olímpicos tras su participación en Río 2016, donde fue 13ª en K4 500 metros junto a Magdalena Garro, Ameghino y Alexandra Keresztesi. En Asia hizo historia porque se convirtió en la única palista del país en incursionar en dos citas olímpicas y coronó una gran presentación frente a las mejores exponentes del mundo con la camiseta de Argentina, que no es potencia en canotaje.

Con ella en Japón, San Pedro estiró su racha de presencias consecutivas en Juegos Olímpicos a cuatro. La correlatividad empezó en Beijing 2008 con Julio Alsogaray y la futbolista Ludmila Manicler y siguió en Londres 2012 por el timonel. A Río de Janeiro 2016 fueron Alsogaray y Rojas y Londres 1948 (el velerista Emilio Homps y el boxeador Rinaldo Ansaloni).

Fuente: La Opinión Semanario.