“Un día entrenando estábamos haciendo salto en alto y no era una prueba que me gustara mucho, lo hacía porque teníamos que hacer pruebas combinadas, entonces estábamos entrenando y una de las correcciones que siempre me hacían era que cuando caía tenía que separar las piernas para no golpearme la cara. Bueno todo lo contrario hice ese día, y me di con la rodilla en la boca y me quedó la boca hinchada como si me hubiera puesto botox”