El día que un proyectil empañó la fiesta y suspendió un Fundición-Rivadavia

En octubre de 2014, con un gran clima en el Asali, La Fundi y El Fortín reeditaban otra edición del clásico barrial de la ciudad, que se vería interrumpido cuando estaba por comenzar el complemento debido a que un proyectil alcanzó a “Moro” Martínez en el local. El jugador fue trasladado al hospital y ante la imposibilidad de que continuara, el árbitro Lucas Gómez lo suspendió. Ganaba Rivadavia 1-0. Ésta es la historia que te presentemos en una nueva entrega del “Capítulo Histórico” de Pasión Deportiva.

El peor desenlace para aquel Fundición-Rivadavia
Tras un primer tiempo intenso y con ritmo, que lo tenía como ganador parcial a Rivadavia, el clásico barrial atravesó por una situación lamentable y no terminó.

De cara a los segundo 45 minutos, Fundición, el local, fue el primero en volver al campo de juego y cuando estaba por salir la terna arbitral, el jugador Rodrigo Martínez fue alcanzado, según se pudo establecer después, por dos proyectiles, uno de ellos un elemento contundente de metal con rosca, de unos 2 cm de longitud por 1 cm de diámetro.

El objeto habría sido lanzado con una gomera desde la parcialidad del Fortín, aunque no se pudo confirmar, incluso está la posibilidad de que la cobarde agresión haya partido desde la calle. Una verdadera locura.

Mientras “Moro” Martínez seguía desplomado y muy dolorido cerca del círculo central, los propios jugadores de La Fundi pusieron al tanto al árbitro y la policía; instantes después se percataron los comandados por Leo Giles del incidente, ya que estaban en el vestuario y aún no habían salido.

Se dieron momentos de tensión y nerviosismo, en los cuales el juez Gómez dejo en claro con los entrenadores y los capitanes que si caía algún proyectil más o el jugador no se recuperaba, lo suspendía. Y así fue, porque Martínez fue trasladado en ambulancia al hospital local y encima, mientras se deliberaba sobre la continuidad o no del partido, cayeron más proyectiles.

Le dieron el alta
Luego de momentos de preocupación por la agresión sufrida, el jugador Martínez fue dado de alta en horas de la noche. En el hospital fue atendido y medicado con calmantes y según se pudo constatar, recibió dos impactos, uno cerca de la ingle y otro en la zona genital.

Lo que se alcanzó a jugar
Hasta la lamentable suspensión, que quedó en manos del Tribunal de Penas de la Liga (se le darían los puntos a Fundición), el partido se había presentado atractivo, con llegadas en ambos arcos y una emoción.

Rivadavia había arrancado mejor con una buena movilidad de Hernández y Armoa, que dispuso de dos chances, una muy clara. Fundición arrimaba peligro con remates de media y larga distancia. Primero estuvo cerca Galván y después lo tendría Navarro con un tremendo bombazo de la puerta del área, que hizo lucir a Costilla. En la segunda jugada, Martínez se la entregó al propio Costilla a las manos.

Sobre los 27 minutos, la visita lograría la ventaja. Rivadavia la movió bien de derecha a izquierda, con juego colectivo, hasta que vino el envío que sobró a uno de los centrales de La Fundi y fue amortiguado de pecho por el juvenil Tito Miño, que tras acomodarse definió con calidad y justeza con un remate seco contra un palo.

Hasta el cierre del período, mas allá de alguna pierna fuerte, típica en todo clásico, los dos elencos habían intentado jugar y dejaron buenas señales con vistas a un segundo tiempo que quedaría trunco.

Algunas postales de una tarde de clásico y para el olvido:

El proyectil por el que fue alcanzado el jugador de Fundición.

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